Isa Lezcale, la magia de las pequeñas cosas

La magia de contar buenas historias reside en la capacidad que tengas para emocionar a tus lectores, atraparles desde el primer párrafo del libro. Sentada en aquel parque, la protagonista de este Érase leía las primeras páginas del libro mientras los almendros florecían. «Seamos coleccionistas de la magia que poseen las pequeñas cosas». Lo que no sabía Isa Lezcale es que desde aquel marzo de 2020, esas pequeñas cosas se convertirían en una rica colección de textos y fotografías que florecerían de su mundo interior.

Brújula

Estaba tan perdida que en lo más profundo de su corazón sabía que necesitaba cambiar de destino, cambiar el rumbo. Su brújula giraba a la misma velocidad que las manecillas del reloj cuando compartes tiempo con quien es hogar.

Un pequeño gesto, una sonrisa, un recuerdo y el norte se volvía sur y el sur, norte. La incertidumbre, el riesgo, el afán de aventura nos hace crecer pero había dejado que el miedo gobernara su mundo. Y cuando dejas que el miedo controle tu brújula, una parte de ti se pierde. Pierdes tu esencia, eso que te vuelve única, especial, distinta del resto.

Quizá la clave para encontrarse no era acertar con las coordenadas exactas, con ese punto trazado en el mapa pues al final caía en el mismo punto de no retorno. Quizá la clave era mirar dentro de una misma, aceptar los errores y valorar los éxitos. Dejar de lado los miedos y recuperar el control del timón de la vida. Abrazar la aventura y las cosas nuevas. Sin mirar atrás.